martes, 6 de julio de 2010

Palabras que valen derechos

A fines de 2009 la historia de Alex Freyre y José María Di Bello dio relevancia mediática a la discusión sobre el matrimonio homosexual en Argentina. La pareja, después de ser rechazada en la Ciudad de Buenos Aires, había logrado casarse en Ushuaia, Tierra del Fuego.
Desde ese tiempo hasta hoy fueron tres las uniones homosexuales que, a través de fallos judiciales, contrajeron matrimonio en nuestro país. Sin embargo, recientemente, el juez de Minoridad y Familia, Marcos Meillien, declaró inexistente el enlace entre Freyre y Di Bello (http://www.eldiario24.com/nota.php?id=198540 consultada el 14 de abril de 2010), decisión que también tomaron otros dos letrados en relación a casos similares (http://www.tn.com.ar/2010/04/16/sociedad/02182361.html consultada el 16 de abril de 2010), poniendo como justificación y argumento la contradicción en cuanto al artículo 172 del Código Civil nacional. El mismo dice: “Es indispensable para la existencia del matrimonio el pleno y libre consentimiento expresado personalmente por hombre y mujer…”(http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/anexos/105000-109999/109481/texactley340_libroI_S2_tituloI.htm consultada el 19 de abril de 2010).
Las idas y vueltas del poder judicial, las opiniones polarizadas en la sociedad y los oportunos reclamos de las agrupaciones gay-lésbicas, ponen sobre la mesa y a la vista los preconceptos sobre el matrimonio. La lucha de palabras contempla, además de una discusión ideológica y una mirada del mundo, la búsqueda de ciertos derechos de propiedad y familia para los homosexuales, hasta ahora restringidos.

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