Además de Google, utilicé para la búsqueda los servidores Altavista y Lykos. Si bien no encontré grandes diferencias en los resultados, por una cuestión de costumbre y entendimiento, afiné la investigación con Google.
Al tratarse de un tema de actualidad, fue importante mantenerme informado a través de la lectura de noticias. Me sorprendí al ver que uno de los diarios que más se ocupa del tema, medianamente en una postura neutral, es La Nación.
En lo que respecta a cuestiones de leyes, significados o datos estadísticos intenté llegar a las primeras fuentes. Es decir, de algo publicado en un diario busqué dar con la fuente de origen.
Para afinar la búsqueda, especialmente en opiniones o conceptos que sabía que existían pero debía encontrarlos, me fueron útiles la herramienta de entrecomillado de frases y la opción en caché que da Google.
Con todas las herramientas me fue fácil encontrar los conceptos conservadores arraigados de matrimonio y familia a los que hago referencia desde el inicio, pero a la vez se me hizo difícil elegir qué usar como ejemplo. En cuanto a notas que sean críticas o tengan un tinte similar a mi idea, no hallé muchos ejemplos. Recién con el trabajo terminado encontré un blog que a pesar de no haberlo citado anteriormente me interesa destacar. El mismo entre sus conclusiones explicaba “la noción tradicional de familia está en crisis. Estamos, desde hace varias décadas, ante una redefinición de ella, del matrimonio, de todos esos conceptos. Tal reconfiguración no es ‘buena’ o ‘mala’, sino necesaria, inevitable, y parte de nuestra evolución.” (Fuente consultada el 22 de abril de 2010 – http://enriquetorremolina.wordpress.com/2009/11/02/caleidoscopio-jurisdiccion-eclesiastica-ii/)
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